sábado, 14 de marzo de 2015

SIN TI ME ROMPERÍA



Déjame, madre, que muera yo primero,
que no entiendo esta vida tan vida,
que la idea ni la quiero ni soportaría
la de quedarme solo y descompuesto,
la de no verte más que en mis sueños.

Déjame, madre, que muera yo primero,
que no aguanto ni medio ni un día
sin tus caricias, sin tu cálida sonrisa,
que el aliento se me rompería entero,
que sabes que estoy dispuesto.

Déjame, madre, que muera yo primero,
que no tengo palabras todavía
porque mudo me dejan las escritas,
tus versos, tu sabiduría, tu tiempo,
todo lo que me das, cada gesto.

Déjame, madre, que muera yo primero,
que todas las esquinas de la alegría
prometo dejártelas escondidas
envueltas en el viento secreto
para que te digan, cuanto te quiero.

QUIERO

Quiero versos de papel,
besos alados de mariposa,
silencio verde, paz de placer,
olor sedoso y tacto perfumado a rosa,
quiero morir desnudo pero de pié,
poniendo al final de los finales una coma
en lugar de un punto con sabor a hiel,
quiero sabroso tu cuerpo sin ropa,
riendo rabia dulce y amarga miel,
llorando la alegría que se desboca,
quiero ser simplemente yo, fiel,
amándote en el amor en cada vez.

COSAS DE CAMA



No pretendo que me ayuntes
cuando te quiero querer,
sólo busco que sientas y apures
lo que late sintiendo yo en mi ser.
Porque llevo tanto tiempo
buscando esa media mitad
que me faltaba en el silencio,
que cuando la encontré tan igual,
perdí la mía propia en aquel sueño.
Y es que al límite me llevas,
me rompes y me recompones,
asolas mi desierto y plantas hierbas,
doblegas mi tempestad a favores
y arremetes contra mi arena…
No me queda sino perder el norte
y navegar tu rumbo con mi vela.